Las pelis de James Bond son un claro ejemplo de product placement. Desde que se estrenó su primera película en 1962, el personaje de James Bond no a parado de cambiar de gustos. Me refiero a que en todas sus películas aparecen nuevas marcas que favorecen el interes comercial de la productora.
Pongamos un ejemplo:
La marca de coche utilizada para las peliculas ha pasado de Lotus a BMW pasando por Saab. El clásico reloj Seiko ha llegado a convertirse en el actual Omega; de su inseparable Martini se pasó al whisky Jack Daniels, y en sus últimas películas, al vodka ‘Smirnoff’. Del tabaco Dunhill pasó a la marca Lark, gracias a la inversión de Phillip Morris, que gastó 350.000 dólares en 1988 para que sus cigarrillos apareciesen en Licencia para matar (1988).
Aunque eso no es todo, en uno de los ultimos films, Casino Royal, La empresa Sony ha pagado millones por que salga en la película los portátiles Vaio, móviles ciber-shot y una serie de aparatejos que estarán disponibles en el mercado en edición limitada.
Además de Sony, esta vez sólo aparecerán ocho marcas, (en la anterior, Muere otro día, fueron 20), por elección de Sony, que comercializa esta entrega. Han querido elegir marcas que encajen con el personaje y la marca James Bond. Sin embargo parece que aparecen unas cuantas más. Marcas como , Shaken & Stirred, Heineken, Bollinger, Brioni, Omega, Persol y John Lobb
Una de las frases má famosas que ha sido constantemente repetida por el agente 007 ha sido: ‘Martini agitado, no movido’ . ¿La recordabaís?
Publicado por : Lorena Blanes Blanes
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